sábado, 26 de diciembre de 2015

Lo que comemos afecta a nuestro estado de ánimo



“Existen alimentos que son beneficiosos para nuestra salud que además mejoran nuestra energía y nos hacen  más fuertes y positivos psicológicamente”, afirma Ildefonso Muñoz Herrera, psicólogo de Hospital Quirón Campo de Gibraltar.

Solo hay que recordar, explica Muñoz, que “cuando nos encontramos de buen humor nuestro apetito aumenta y cuando nos enfrentamos a una situación muy negativa o de gran tensión nuestro apetito disminuye, aunque muchas veces solemos pagar con un atracón de comida un estado de ánimo negativo”.
La especialista nos desvela cómo nuestro cuerpo se estimula de distinta manera según la ingesta de diferentes alimentos y cómo podemos mejorar nuestros hábitos para tener una buena nutrición.
“El sistema nervioso utiliza para comunicarse entre sí unas sustancias químicas que se llaman neurotransmisores que se crean y sintetizan a través de lo que comemos. La serotonina es un  neurotransmisor que influye directamente en el estado de ánimo, por este motivo debemos seleccionar muy bien que comemos”, comenta el especialista.
Asimismo, existen alimentos ricos en triptófano que ayudan a aumentar el nivel de serotonina, como explica Ildefonso Muñoz, entre los que se encuentran: huevos y lácteos, cereales y semillas de girasol, arándanos y moras, legumbres, pescado azul, frutas y verduras o las carnes rojas.
Otro alimento que ayuda a nuestro cerebro es el chocolate negro, apunta el especialista, que aumenta los niveles de endorfinas, coloquialmente llamada la “hormona de la felicidad”. En cantidades controladas y ajustadas a un consumo normal y responsable posee efectos tanto orgánicos como psicológicos.
Asimismo, continúa, “la fruta de temporada, como las fresas, los melocotones o los nísperos, ayudan a aumentar estos niveles de una manera muy positiva, aunque las frutas estrellas son los aguacates y los plátanos, ricos en omega3, fósforo y vitamina B. Elevados niveles de este aminoácido, contribuyen también a la adecuada regulación del sueño, de procesos emocionales y cuadros de ansiedad”.
La deficiencia de triptófano provoca ser más vulnerables al estrés, al insomnio, o al padecimiento de problemas relacionados con la ansiedad o problemas de estado de ánimo,
Por otro lado, también existen los alimentos negativos para nuestro cerebro, que son aquellos que nos ponen de peor humor y bajan nuestro ánimo aún sin darnos cuenta. Así, cantidades elevadas de azúcar refinado puede causar fluctuaciones de azúcar en la sangre que pueden provocar cambios de humor, desencadenando una cascada de reacciones químicas en el organismo que promueven la inflamación crónica y con el tiempo la alteración del sistema inmunológico, que está vinculado a un mayor riesgo de depresión.
También las grasas, sobre todo las transgénicas, presentes en la bollería industrial, patatas chips y comida procesada están muy relacionadas con problemas de depresión, donde los niveles de serotonina están en sus cotas más bajas.
Como resumen, concluye  Muñoz, “es conveniente llevar una alimentación equilibrada y saludable combinada con la práctica regular de ejercicio físico que ayuda a la producción de las endorfinas (hormonas naturales de nuestro cuerpo, del bienestar y del placer), habiéndose demostrado que personas que realizan ejercicio de manera regular tienen una salud mental mucho más idónea que aquellas personas con un estilo de vida sedentario, todo ello unido a otros hábitos de vida saludable como la reducción del consumo de alcohol y de tabaco”.
Referencial: Salud.es

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