¿Puede curar una canción? Casi seguro que no. ¿Y animar, aliviar, reconfortar? Casi seguro que sí. ¿Sabéis en quién estamos pensando? En Joan Manuel Serrat, cantante, poeta, humanista, vitalista, optimista. ¿Será terapéutico escuchar “Mediterráneo”, “Hoy puede ser un gran día” o “Cantares”? Dos expertos en su música nos ayudan a responder
La relación de la música con la salud parece clara. Ahí está la musicoterapia, por ejemplo. Pero en EFEsalud hemos querido ir más allá y nos hemos planteado si las canciones de Serrat pueden servir como terapia para activar el bienestar, la plenitud, la paz interior, el equilibrio, la serenidad… Su música, y sobre todo sus letras. aportan grandes dosis de esto y mucho más: compromiso, profundidad, autenticidad, ética, sensibilidad, tolerancia, coraje, rebeldía, valentía, amor, ternura, sencillez, generosidad, crecimiento, emoción, ilusión…
Dos expertos en el cantante reafirman el valor terapéutico de muchas de sus mejores y más representativas canciones, y explican por qué: el escritor Luis García y la psicóloga Patricia Ramírez.
Luis García es autor de “Serrat: Canción a canción”, “Serrat, cantares y huellas”, “Serrat y Sabina a vista de pájaro” y ahora también de “Mediterráneo. Serrat en la encrucijada”; nos explica que hay terapeutas y psicólogos conscientes de que Serrat ha permitido a muchos de sus pacientes tener un enfoque bastante positivo ante los problemas de la vida cotidiana.
Precisamente, la psicóloga Patricia Ramírez -quien se declara gran fan de Serrat- detalla que la música siempre está recomendada para cualquier situación pero, en concreto, “la de este artista es capaz de despertar la sensibilidad y las emociones de las personas”.
Recuerdos
- Aquellas pequeñas cosas
Una canción despojada de cualquier tipo de adorno que es capaz de transmitir en poco más de dos minutos las emociones que pasan por tu cuerpo cuando recuerdas, por ejemplo, una carta muy especial que tienes guardada en un cajón desde hace años.
Está claro que todos hemos llorado con ese tipo de pequeñas cosas.
Habla de los recuerdos sin que aparezca la palabra recuerdo, una técnica muy entrañable para el escritor.
Además, es una canción que sin ningún suplemento musical todavía gusta más sobre el escenario.
Patricia señala que este tema apela a la memoria, a todo aquello que nos ha emocionado en la vida. Al fin y al cabo los sentimientos y las emociones son los dos elementos que más movilizan a las personas.
Una canción depurada, condensada, sencilla y breve, profundísima, que alcanza de lleno el subsuelo de nuestro corazón.
Educación
- Esos locos bajitos
El origen de esta canción se encuentra en “Los hijos”, un poema del poeta argentino, Horacio Salas, que Serrat recupera y le aporta de su propia cosecha.
Es una canción que llega de distinta forma según la etapa de la vida en la que nos encontremos. Luis García nos confiesa que incluso le hace llorar porque es padre de una niña de 5 añitos.
Él considera que es un reflejo perfecto tanto del miedo como del valor que supone ser padre porque los niños al final “tienen que elegir por sí mismos, tienen que equivocarse y nos van a decir adiós”.
Patricia Ramírez considera que hay que evitar la sobreprotección e intentar no condicionar su vida; “hay que darles esa oportunidad”.
Rebeldía
- Señora
Llegamos a una de las canciones más canallas de Serrat que más de un grupo ha versionado. ¿Conocéis la adaptación de “Los Enemigos” o la de “Marea”?
Señora refleja una dialéctica continua de contrarios, plantea una auténtica revolución amorosa.
Patricia Ramírez explica que la rebeldía es siempre fundamental en la vida: “Nos permite no ser un cordero”.
- Poco antes de que den las diez
Otro tema cargado de ironía de los años 70, época en la que “la juventud comenzó a alzar su voz para pedir su sitio y se comenzaron a dibujar otro tipo de relaciones amorosas”, sostiene Luis García.
Hoy esa revolución amorosa ha ido todavía mucho más allá.
Amistad
- “Decir amigo” y “Las malas compañías”
Estas son dos canciones de Serrat sobre la amistad bien distintas, dos caras de un mismo tema.
“Decir amigo” es un recorrido íntimo por la amistad de dos personas en la niñez y la juventud, en tono intenso, sincero, profundo, compartiendo juegos, mujeres, experiencias y vivencias.
“Las malas compañías” aporta otro enfoque de la amistad, porque tras unas primeras estrofas donde define a sus amigos como “atorrantes”, “exhibicionistas”, “irrespetuosos”, incluso “sinvergüenzas”, la canción se transforma para concluir que esos mismos amigos “atrapan sueños al vuelo”, “abren su corazón como las flores”, “son gente cumplidora que acuden cuando saben que yo espero…si les toca la muerte disimulan, que para ellos la amistad es lo primero”.
“Cada loco con su tema”, declaración de principios
Si empezamos esta selección terapéutico-musical con la filosofía de la vida y los criterios vitales de “Cantares”, acabamos con una de las canciones más emblemáticas de Serrat, “Cada loco con su tema”, una declaración de principios en toda regla. donde expone los valores que defiende, después de defender la libertad al decir: “cada quien es cada cual y baja las escaleras como quiere”.
Pero Serrat elige y prefiere, y se explaya a gusto y a fondo: él apuesta por los caminos, la sencillez, las voces de la calle, los barrios, el instinto, la razón, el amor, el disfrute, el baile, los besos; y se manifiesta contra las fronteras, las factorías, el poder, la fuerza y las pesadillas, por ejemplo.
Resumiendo: Serrat prefiere “una mariposa al Rockfeller Center”, “el lunar de tu cara a la pinacoteca nacional”, “ la carne al metal”, “las ventanas a las ventanillas”, “las nueces al ruido” y “al sabio por conocer, que a los locos conocidos”. Y declara y dice a modo de conclusión: “Antes que nada soy partidario de vivir”.
¿Son terapéuticas las canciones de Joan Manuel Serrat?
Fuente: Efe/Psicología y bienestar/Terapia emocional
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