En el especial Asaltacunas, nuestras tres protagonistas nos muestran las partes buenas y malas de tener una pareja considerablemente más joven que ellas mismas. Pero este tipo de relaciones, aún consideradas por muchos como un tabú, han perpetuado muchos estereotipos y prejuicios frente a los ojos del público.
Pero, ¿qué hay de cierto detrás de las ideas más populares sobre las relaciones con diferencia de edad?
Los hombres ¿buscan mujeres más jóvenes?
El ‘efecto de la diferencia de edad‘ es uno muy investigado y, en el caso de los hombres, podría ser real. Según un estudio –financiado por el gobierno finlandés y publicado este año–, los hombres heterosexuales de todas las edades sostienen que sus parejas ideales consisten en mujeres entre los 20 y 25 años.
El trabajo, realizado por la Universidad Åbo Akademi, encuestó a unos 12 mil finlandeses. Pero, curiosamente, más allá de la preferencia masculina, el estudio demostró que los hombres suelen relacionarse finalmente con mujeres cercanas a su misma edad. Los investigadores especulan que, como las mujeres suelen ser más selectivas a la hora de escoger pareja, los hombres tienen menos chances de acabar con su media naranja ‘ideal‘ y que, por lo tanto, ambos sexos suelen acabar con parejas en rangos etarios similares al de sí mismos.
Puede que este dato también se refleje en las redes sociales: Según un estudio entre usuarios de Facebook de todo el mundo, la diferencia de edad promedio entre parejas heterosexuales es de apenas 2,4 años.
El hallazgo en Finlandia es similar a los datos recolectados por el sitio de citas estadounidense OKCupid, que dio a conocer que, en general, los usuarios de la página buscan relacionarse con mujeres en sus 20. Por su parte, el Pew Research Center, que analizó los datos del censo en Estados Unidos, encontró que los hombres que vuelven a casarse después de un divorcio suelen tomar revancha, comprometiéndose con mujeres, en promedio, diez años más joven que ellos.
El fenómeno ‘cougar’: ¿cuán nuevo? ¿cuán popular?
El término ‘cougars‘ –que sirve para describir a mujeres de más de cuarenta que buscan la compañía de hombres jóvenes– tiene apenas unos años, pero el fenómeno definitivamente es más antiguo.
Desde los relatos del libro del Génesis –donde la esposa de Potifar seduce al joven José–, hasta la recordada película El Graduado, protagonizada por Dustin Hoffman, y pasando por incontables parejas de celebridades –como la directora de Cincuenta sombras de Grey Sam Taylor-Johnson, de 47 años, y su flamante esposo, el actor Aaron Taylor-Johnson, de 24–, la cultura popular ha ido publicitando cada vez más este tipo de relaciones, pero puede que no sean tan frecuentes como los medios nos llevan a pensar.
Un estudio de 2010 realizado en parejas heterosexuales en Escocia, por ejemplo, sugiere que es más probable que una mujer busque una pareja ligeramente mayor que ella una vez alcanzada la independencia financiera. Y, aunque puede que la tendencia suba un poco al hablar de segundas nupcias, según el Pew Research Center, apenas el tres por ciento de las mujeres en Estados Unidos se casan por primera vez con alguien cinco años más joven.
Los hombres jóvenes ¿son más sexuales?
Los hombres alcanzan su momento de madurez sexual a los 18 años, mientras que las mujeres deben esperar hasta los 30 para tener el mejor sexo de sus vidas. ¿Te suena conocido?
Este mito tiene su origen del libro Comportamiento sexual en la mujer, publicado por el investigador Alfred Kinsey en 1953. Lo que no nos enseñan en la escuela es que la teoría de Kinsey, que ha formado parte de nuestra educación sexual durante décadas, tiene un gran fallo: equipara los picos hormonales de nuestro cuerpo con nuestro mejor momento sexual.
Sin embargo, a pesar de su conclusión falsa, las premisas de Kinsey son reales: Es cierto que los niveles de testosterona son más altos durante la adolescencia y que el apogeo genital permite a los hombres responder más rápido a la excitación en esa etapa. También es verdad que las mujeres llegan a sus niveles más altos de estrógeno a mediados de los 20 años y principios de los 30.
Pero, para los especialistas, el mejor momento sexual de una persona no debería basarse en un modelo hormonal, sino que debería incluir nuestro bienestar mental, así como nuestra madurez y experiencia particular. Después de todo, quizá un pico de hormonas despierte nuestro apetito sexual, pero no define nuestras destrezas a la hora de la verdad.
¿Importa la diferencia de edad en el matrimonio?
El amor es ciego, y quizá para algunos la edad sea solo un número. Pero si fueras a consultar las estadísticas, puede que encontraras que el detalle sí tenga algo de peso en el éxito de una relación. Una de las correlaciones más curiosas de un estudio realizado por Andrew Francis y Hugo Mialon, profesores de la Universidad Emory, en Atlanta, es que, cuando menos diferencia de edad tiene una pareja casada, menos probabilidades tiene de divorciarse.
El sondeo, aplicado a tres mil personas en Estados Unidos, sostiene que, si la diferencia de edades en la pareja es de sólo un año, tienen apenas tres por ciento de chances de divorciarse, en comparación con sus contrapartes de la misma edad. Si hay cinco años de diferencia, existe un 18 por ciento de probabilidades de que se separen. ¿Y con diez años de diferencia? Un 39 por ciento.
Pero si llegamos a los 20 o 30 años, las probabilidades de éxito no te favorecen en nada: según estos investigadores, el 98 por ciento de las chances están en tu contra. Aunque la correlación aún debe confirmarse en futuros estudios, el trabajo también señaló que las diferencias de gustos culturales, así como la presencia o no de hijos, podrían jugar un papel importante en la continuidad –aunque quizá no en la felicidad– del matrimonio.
¿Qué opinas? ¿has tenido una relación con una pareja con diferencia de edad? ¿cómo resultó para ti? Cuéntanos en los comentarios.
Fuente: Grandesmedios.com
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