Introducción
El cólera es un infección intestinal aguda causada por la ingestión de Vibrio cholerae, una bacteria presente en aguas y alimentos contaminados por heces. El cólera está relacionado principalmente con un acceso insuficiente al agua salubre y a un saneamiento adecuado, y su impacto puede ser aún mayor en zonas donde las infraestructuras medioambientales básicas se encuentran dañadas o han sido destruidas. Los países en situaciones de emergencia complejas son especialmente vulnerables a los brotes de cólera.
El movimiento masivo de desplazados internos o refugiados a asentamientos superpoblados con problemas de abastecimiento de agua potable y saneamiento también constituye un factor de riesgo. En consecuencia, es fundamental que existan datos de vigilancia exactos para seguir la evolución de los brotes y poner en marcha intervenciones adecuadas. La coordinación de los diferentes sectores implicados también es esencial, y la OMS pide la cooperación de todas las partes interesadas para reducir los efectos del cólera en la población.
En su forma más grave el cólera se caracteriza por una diarrea acuosa aguda de aparición súbita que puede ser mortal debido a la grave deshidratación que causa. El periodo de incubación extremadamente corto (2 horas a 5 días) aumenta las posibilidades de que se produzcan brotes explosivos y de que el número de casos aumente rápidamente.
Aproximadamente un 75% de los infectados son asintomáticos, pero los patógenos se eliminan en sus heces durante 7 a 14 días, durante los cuales pueden infectar a otras personas. El cólera es una enfermedad extremadamente virulenta que puede afectar tanto a los niños como a los adultos.
Al contrario de otras enfermedades diarreicas, puede matar a un adulto sano en cuestión de horas. Las personas con inmunidad debilitada, como los niños malnutridos o los pacientes infectados por el VIH, corren un riesgo de muerte especialmente alto en caso de cólera.
Prevención
Las medidas de prevención del cólera consisten principalmente en proporcionar agua salubre y saneamiento a las poblaciones que todavía no tienen acceso a servicios básicos. La educación sanitaria y la higiene de los alimentos son igualmente importantes. A las comunidades se les deben recordar los comportamientos higiénicos básicos, como el lavado sistemático de las manos con agua y jabón después de defecar y antes de comer o de manipular alimentos, o la preparación y conservación adecuadas de los alimentos.
Los medios de información, como la radio, la televisión o los periódicos, deben participar en la difusión de los mensajes educativos. Los líderes comunitarios y religiosos también deben participar en las campañas de movilización social.
Además, el reforzamiento de la vigilancia y la alerta temprana también ayudan mucho a detectar los primeros casos y a poner en práctica las medidas de control. En cambio, el tratamiento sistemático de la comunidad con antibióticos (quimioprofilaxis masiva) no tiene efectos beneficiosos en la propagación del cólera, sino que puede tener efectos negativos al aumentar la resistencia a los antibióticos y crear una falsa sensación de seguridad.
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