Este arroz a la milanesa es uno de los platos más completos que existen. Vamos a fusionar un delicioso arroz con una pechuga de pollo que se convertirá en el ingrediente principal de este plato. La carne de pollo es una de las más apreciadas en la cocina, la consumimos de forma regular.
Ingredientes:
Cómo preparar arroz a la milanesa
- Vamos a empezar este arroz a la milanesa cocinando la pechuga de pollo. La vamos a hervir con un poco de agua para poder aprovechar después el caldo y conseguir que nos quede un arroz con un sabor destacado.
- Mientras tenemos la pechuga en el fuego vamos a ponernos manos a la obra con la sesada. Este ingrediente es muy fácil de cocinar y nos añadirá un punto inesperado al arroz. La lavamos previamente en agua templada y le quitamos cualquier telilla o hilillos de sangre que pueda tener. La hervimos durante unos 30 minutos hasta que esté perfectamente cocinada. Cuando esté lista simplemente la cortaremos a trocitos.
- Troceamos el jamón, los champiñones y la pechuga de pollo de la misma manera que hemos triturado la sesada.
- Empezamos a cocinar el fondo de este arroz en una sartén con un chorrito de aceite pocharemos la cebolla y el ajo. Cuando estén tiernos se les añade el arroz y se mezcla muy bien.
- Incorporamos las dos cucharadas de salsa de tomate para darle un poco de color y ese sabor que lo acercará a la milanesa más auténtica. Cuando tengamos la salsa incorporada ponemos un litro de caldo, sal y pimienta. Ponemos este arroz al horno durante unos 15 minutos.
- Deshacemos la mantequilla en una sartén. Le incorporamos dos cucharadas de harina y sazonamos al gusto. Vamos creando una salsa con el caldo y un poquito de zumo de limón. Cuando tenga la consistencia adecuada lo retiramos del fuego.
- Mezclamos esta salsa con la sesada, los champiñones, el jamón y el pollo. Reservamos para completar el plato. Cuando esté el arroz listo lo mezclamos con el queso rallado, lo ponemos en una fuente untada con mantequilla para que no se pegue. Por encima disponemos la salsa que hemos creado. Servimos en caliente para disfrutar de un arroz un poco distinto.
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