
Las dos frutas que lo acompañan en esta ocasión –la fresa y el plátano– se complementan perfectamente tanto por sabor como por textura, y el toque de chocolate blanco potencia un poco el sabor sin empalagar.
Ingredientes
Para 4 personas
- 1 tarrina (200 gramos) de queso en crema tipo Philadelphia
- 50 ml de nata líquida para montar
- 1 taza y media de leche entera fría
- 40 gramos (media tableta, aproximadamente) de chocolate blanco
- 5 cucharadas de azúcar
- 300 gramos de fresas
- 2 plátanos
- 2 sobres de cuajada en polvo
- 10 g de mantequilla
Preparación
1. Lavar las fresas, quitarles los pedúnculos, secarlas bien y cortar en daditos pequeños. Reservar la mitad. Pelar los plátanos y cortarlos en dados también. En una sartén, con el fuego bien fuerte, fundir la mantequilla y saltear el plátano y la mitad de las fresas durante dos minutos. Añadir una cucharada de azúcar, saltear un minuto más y reservar.
2. Hacer un almíbar ligero con dos cucharadas de azúcar y dos de agua, volcar sobre las fresas troceadas que hemos reservado y dejar enfriar.
3. Disolver los sobres de cuajada en la mitad de la leche fría. Calentar a fuego muy suave el resto de la leche con el queso cremoso, la nata líquida, el chocolate blanco picado y dos cucharadas de azúcar, trabajándolo con una varilla para que se integre. Cuando hierva, retirar del fuego, añadir la leche con la cuajada en polvo y devolver al fuego hasta que vuelva a hervir. En ese momento, añadir las frutas previamente salteadas, mezclar y volcar en los moldes (puede hacerse en flaneras individuales, en una flanera grande, en un molde de plumcake o hasta en un tupper). Dejar enfriar totalmente y después pasar a la nevera un par de horas.
4. Servir desmoldado y con la mezcla de fresas y almíbar por encima. Se puede acompañar con un poco de sorbete de frambuesa o limón.
Ref.: El País
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