Frutas, verduras y los pollos congeladosAlgunos de los mitos más comunes afirman que los congelados tiene químicos y preservantes, que los alimentos pierden las propiedades nutritivas al descongelarse, que cocinar alimentos congelados es complicado y demanda mucho tiempo o que la textura se pierde. Pero no es cierto: ninguna de estas cuestiones aplica a las frutas, verduras o carnes que fueron sometidas al congelamiento individual por shock de frío.
Mediante esta técnica se logra que los cristales de hielo que se forman en las células de los tejidos sean muy pequeños, con lo que se evita que se rompan sus paredes celulares. ¿Cómo funciona?

Los alimentos pasan a través de un túnel de aire frío a -32ºC y salen congelados a la temperatura promedio de un freezer hogareño (-18ºC).
Tres son las principales diferencias entre los alimentos congelados con el método tradicional y los congelados con esta nueva tecnología, que permiten el consumo de alimentos en su máxima calidad a lo largo del año, aún cuando se encuentren fuera de estación:
1. Sin conservantes. Este sistema garantiza que al alimento en cuestión no se le agregan conservantes ni químicos de ningún tipo, por lo que no causa daño a la salud de quien lo come y es apto para que lo consuma cualquier persona, a excepción de las restricciones que establezca cada médico de cabecera. Además, el cambio brusco de temperatura al que se somete a los alimentos inhibe el crecimiento de microorganismos.
2. Valor nutritivo, textura y sabor como si fuera un producto fresco. Por el proceso particular del congelamiento rápido por shock de frío, se mantiene intacta la textura, el valor nutricional y el sabor igual que el producto fresco.
3. Cocción simple. Los alimentos que fueron congelados con esta técnica se pueden cocinar directamente a través de cualquier método de cocción que se desee sin necesidad de perder tiempo descongelándolos. No obstante, este proceso puede ser necesario si se quiere aplicar una receta que requiera de determinados pasos previos a la cocción. Asimismo, debido a que se congela cada alimento de forma individual, otro beneficio de este método en relación a la forma tradicional es que se puede retirar y cocinar de a poco, sin tener que desperdiciar parte del vegetal, fruta o carne descongelándolo completo.
Un caso emblemático: el pollo 

Uno de los mitos más extendidos es el del caso del pollo. Es cierto que hoy en día son usuales las malas prácticas para el manipuleo y congelamiento del pollo, especialmente cuando el alimento ha sido descongelado fuera de la heladera.

Atendiendo a esta problemática, empresas como Sadia lanzaron al mercado presas de pollo congeladas individualmente con tecnología S-Freeze que permite que se conserven intactos todos los nutrientes de origen, y al mismo tiempo, ofrece la practicidad de poder descongelar sólo las porciones que se desea comer, evitando así el desperdicio de comida.
La utilización de esta tecnología es la más saludable y adecuada, ya que consiste en un proceso de congelación rápida que, a diferencia de la tradicional congelación lenta, evita que se rompan las paredes celulares que conforman los tejidos del pollo y permite la conservación de todas sus proteínas y nutrientes. Al descongelar las presas no hay derrame de fluidos celulares, lo cual garantiza que se mantengan la textura, valor nutritivo y sabor de origen. Otra gran ventaja de S-Freeze es que, debido a los cambios drásticos de temperatura, se reduce significativamente el desarrollo de bacterias y se detiene el proceso de degradación del pollo para mantenerlo fresco desde su origen hasta llegar al hogar de los consumidores.