Tomar el control de nuestro cuerpo
Es cierto que somos las únicas responsables de cuidar nuestra salud integral, y esa es una tarea diaria. Sin embargo, hoy, Día Internacional de la Mujer, vale la pena traer a colación un tema que, indiscutiblemente, genera identificación, pues solo nos compete a nosotras: la salud íntima.
Pues sí. Cuidar nuestra zona vaginal es un asunto de amor propio. Poner en práctica acciones de higiene para preservar el bienestar de esa área tan delicada es una forma de empoderarnos de nuestro cuerpo. Preocuparnos por lo que ocurre con nuestros órganos de reproducción sexual también es una manera de querernos.
“Lo primero es conocer nuestro cuerpo. De hecho, ni siquiera sabemos el nombre correcto de cada parte. Generalmente, le decimos vagina, pero la vagina es interna; realmente se trata de la vulva y, a su vez, cada mujer es diferente en su anatomía. La vulva tiene labios mayores, menores, un clítoris sensible; es una zona llena de pliegues. Desde la infancia, se hace necesario que quien cuida y enseña sobre aseo personal explique cómo hacerlo correctamente”, comenta la sexóloga Ana María Mora.
Cuidado integral
Aunada a una excelente higiene personal, la visita periódica al ginecólogo es una de las mejores aliadas de la mujer en todas las etapas de la vida, desde la adolescencia hasta la vejez.
Se trata de una revisión completa que no debe limitarse a la búsqueda de problemas de origen genital. Es necesario también velar por aspectos como el control de la tiroides, la prevención de la osteoporosis, la detección de la deficiencia de vitamina D y la suplementación de calcio con el fin de prevenir fracturas.
Así lo recomienda el reporte del Quinto congreso anual sobre la deficiencia de alta prioridad en servicios clínicos preventivos de Estados Unidos, realizado en noviembre del 2015. (Fifth Annual Report to Congress on High-Priority Evidence Gaps for Clinical Preventive Services. U.S. Preventive Services Task Force).
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