Estas albóndigas aligeradas hacen un cambio tan agradable de los mismos viejos espaguetis y albóndigas, contra los que no tengo nada en contra, pero a veces solo necesitas cambiar las cosas. Creo que también podrías experimentar con otras verduras, como coliflor, brócoli, espinacas, batatas, etc.
- 400 gr de carne mixta
- Medio calabacín
- 2 huevos
- 1 rebanada de pan de molde humedecida en leche
- 1 cucharada de perejil picado
- Una poca de sal
- 2 dientes de ajo picados
- Pan rallado
- Harina
- Espaguetis
- Espaguetis, cocinados al dente
- 1 bote de tu salsa marinara favorita, calentada
- Queso parmesano rallado
- hojas frescas de albahaca
Preparación:
Empezamos picando los ajos finitos, y también los calabacines en pequeños cuadrados. Cuando los tenemos, los echamos en un bol junto a la carne picada, los huevos, la rebanada de pan humedecida en leche (o agua), el perejil y la sal. Removemos toda la mezcla para que se mezclen bien los ingredientes.
Tendremos ahora una masa que se pega muy fácil, así que debemos hacerla más compacta. Para ello añadiremos unas cucharadas de pan rallado e iremos amasando. La cantidad de pan rallado a añadir dependerá de la textura que queramos conseguir. En mi caso fueron unas 4 o 5 cucharadas porque me gusta que las albóndigas estén blandas a la hora de comerlas, pero si echamos más no pasa nada (sin pasarse), sólo nos saldrán un poco más compactas.
Sirva caliente sobre espaguetis y su salsa marinara favorita, con una ducha de queso parmesano.
Cuando ya tenemos nuestra masa lista, hacemos bolas con ella (del tamaño que veamos) y las pasamos por harina. Las freímos en abundante aceite caliente. Os dejo unas fotos de como quedan las albóndigas antes y después de freírlas:
Por último haremos una salsa para acompañarlas, que como idea sencilla puede ser una salsa de tomate casera, o simplemente un poco de tomate triturado de bote con un toque de las especies que más nos gusten (orégano, tomillo, romero, albahaca, ...).
Tendremos ahora una masa que se pega muy fácil, así que debemos hacerla más compacta. Para ello añadiremos unas cucharadas de pan rallado e iremos amasando. La cantidad de pan rallado a añadir dependerá de la textura que queramos conseguir. En mi caso fueron unas 4 o 5 cucharadas porque me gusta que las albóndigas estén blandas a la hora de comerlas, pero si echamos más no pasa nada (sin pasarse), sólo nos saldrán un poco más compactas.
Sirva caliente sobre espaguetis y su salsa marinara favorita, con una ducha de queso parmesano.
Cuando ya tenemos nuestra masa lista, hacemos bolas con ella (del tamaño que veamos) y las pasamos por harina. Las freímos en abundante aceite caliente. Os dejo unas fotos de como quedan las albóndigas antes y después de freírlas:
Por último haremos una salsa para acompañarlas, que como idea sencilla puede ser una salsa de tomate casera, o simplemente un poco de tomate triturado de bote con un toque de las especies que más nos gusten (orégano, tomillo, romero, albahaca, ...).
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