lunes, 31 de octubre de 2016

Cyberbullying: el acoso a través de las redes sociales

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Se define al Bullying a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Cuando se utilizan las redes sociales como medio para la agresión, el fenómeno se denomina Cyberbullying. Una de las manifestaciones más frecuentes de este fenómeno es la publicación de fotografías, casi siempre poco afortunadas, que pueden ocasionar molestia a sus protagonistas, a los que se suele etiquetar para que sus contactos vean las imágenes. Es también muy frecuente la creación de páginas o grupos destinados a agredir, burlar o denunciar algún aspecto íntimo de la víctima.
En la actualidad, el Cyberbullying resulta relevante por la gravedad de sus consecuencias, la dificultad de prevención y el alto grado de prevalencia.
Según indican las estadísticas, los protagonistas de los casos de acoso suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia. Los chicos que resultan objeto de este tipo de agresiones, sufren las agresiones deliberadas de otros niños o jóvenes que se comportan cruelmente, con objetivo de someterlos, arrinconarlos, amenazarlos, intimidarlos o  marginarlos,  divertirse a costa suya u obtener algo de su parte.
El acoso suele ser sistemático y extenderse durante un período más o menos prolongado. Un dato llamativo es que las víctimas son en su mayoría mujeres, pero que también las agresoras son en su mayoría chicas.
En cuanto a la posibilidad de fortalecer la autoestima del chico de modo que éste esté en mejores condiciones para defenderse por sí solo, frente a posibles ataques, Ungar puntualiza que “es posible hacer un trabajo con el niño o joven pero no creo que la familia pueda hacerlo sola. Como dije, la posibilidad de defenderse va a depender de la personalidad del niño o joven. El fortalecimiento de la autoestima se puede hacer ‘de adentro hacia afuera’, para decirlo de alguna manera. Es necesario un trabajo profundo  con un profesional entrenado y que no sea parte del escenario en que transcurre el problema. No todos los chicos sufren de este tipo de acoso, pero también es cierto que no todos los que lo sufren están enfermos o perturbados. Como siempre, tendría que estudiarse cuidadosamente la situación singular en el contexto de lo personal y lo familiar en interacción con el medio”.

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