“Te quiero cuando tienes frío estando a 21º, te quiero cuando tardas una hora para pedir un bocadillo,adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco.
Te quiero cuando después de pasar el día contigo mi ropa huele a tu perfume y quiero que seas tú la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches.
Y eso no es porque esté solo ni tampoco porque sea nochevieja. He venido aquí esta noche porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible”.
Quizás sea una de las declaraciones de amor más bellas que hemos escuchado nunca, la pronunció Harry Burns (Billy Crystal) a su mejor amiga Sally Albright (Meg Ryan) en la película “Cuando Harry encontró a Sally”.
Cuando existe una relación de amistad entre un hombre y una mujer, se tiende a creer que, inevitablemente, tiene sólo dos finales: una gran historia de amor o, si no surge la chispa, un amor imposible.
Sin embargo, según un estudio realizado por la psicóloga americana Heidi Reeder, se realizaron entrevistas a un centenar de hombres y mujeres, en las que se hablaba de los sentimientos que experimentan por su mejor amigo o amiga y finalmente, tras analizar los resultados, se llegó a las siguientes conclusiones:
Hay cuatro formas diferentes de atracción entre amigos
La atracción de amistad es la más común, es la atracción que sentimos hacia personas cuya compañía nos agrada.
2. La atracción romántica, es la menos común entre amigos, aunque la mayoría ha llegado a sentirla alguna vez, sobre todo en una fase temprana de la amistad. Se trata de desear cambiar la amistad por una relación.
3. La atracción física/sexual subjetiva, un tercio de los entrevistados confiesan haberla sentido con respecto a su amigo/a. Es el deseo de que el sexo forme parte de la relación de amistad.
4. La atracción física/sexual objetiva, más de la mitad de los participantes del estudio lo sentían. Consiste en pensar que el amigo es atractivo en términos generales, pero sin sentir atracción a nivel personal.
Con estos resultados, queda claro que amistad y amor son sentimientos intensos y muy cercanos. De este modo, es fácil pensar que el salto es posible y sencillo. Aún así, siempre existe el temor a revelar una atracción por el otro, debido al miedo al rechazo o a perder la amistad.
Sin embargo, la investigación nos dice que la verdadera amistad resiste el impacto.
Amistades duraderas y amistades que mueren
¿Qué diferencia hay entre los que consiguen mantener la amistad de aquellos que se distancian definitivamente?
Los datos analizados estadísticamente han demostrado que el éxito de la amistad está relacionado con el modo de comportarse antes, pero sobre todo después de la confesión.
Heidi Reeder sostiene que se puede conservar la amistad si se tienen presentes algunas sugerencias y, sobre todo, si se mantiene la calma.
Fomentar la amistad, haciendo intencionalmente que ésta funcione y manteniendo las mismas costumbres de antes, es un primer paso fundamental para que la relación de amistad continúe.
Es muy importante aceptar el hecho de que los sentimientos no son recíprocos, el sufrimiento está causado por el rechazo a la realidad. Pero debemos recordar que la aceptación no es rendirse, es la liberación de las emociones negativas.
Por lo general, las amistades sólidas y de larga duración tienen muchas probabilidades de superar la tempestad, mientras que las nuevas amistades son más vulnerables. En las amistades que sobrevivieron, existía una complicidad mayor, se trata de relaciones abiertas donde se hablaba libremente sobre argumentos muy íntimos sin tapujos.
Cuando se desata la pasión
“El sexo sin amor es una experiencia vacía, pero como experiencia vacía es una de las mejores”
(Woody Allen)
De vez en cuando existe la necesidad de desfogarse con tu amigo o amiga, alguien que nos conoce realmente y que nos puede dar una perspectiva nueva de nuestros pensamientos. Y una noche sucede, lo que parecía ser una velada entre amigos, acaba en una noche de pasión.
De los 300 entrevistados, un 20% había mantenido relaciones sexuales con un amigo/a en algún momento de su vida. Pero aún hay más, el 76% reconoció que su amistad se había fortalecido después.
En estos casos, se consigue restablecer el clima de complicidad y amistad que había antes de que la pasión los sorprendiera. Para que esto suceda, hay que recordar que el diálogo es la base de la amistad, y no hay que esconderse detrás de banales excusas que solo empeoran la situación.
¡Es sólo sexo entre amigos!, ¿seguro?
Harry y Sally son personajes de ficción, en la vida real serían la excepción que confirma la regla. La misma investigación pone de manifiesto un dato muy interesante: solo un bajo porcentaje de los entrevistados llegó a tener un noviazgo y, de estos, el 50% lograron concretar una relación mucho más duradera.
¿Sois amigos? Lo primero entonces es ser sincero contigo mismo y con tu amigo.
Fuente: La mente es maravillosa
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